En una esquina una máquina, armada con plástico y software de notación musical. En la otra un noble instrumento musical, portador de una larga tradición y herramienta favorita de los más grandes maestros. Es la confrontación de la computadora y el piano como instrumentos para componer música, y aunque hoy en día nadie renuncia a las comodidades de la edición de partituras por computadora el tema aun es actual.
A favor del piano casi no es necesario decir nada. 500 años de tradición en la música clásica europea pesan a su favor. Todo el repertorio actual de esta música lo convierte en una herramienta de composición probada y fuera de toda duda. En contra de la computadora pesan 3 argumentos.
La computadora te engaña: Los bancos de sonido usados en la computadora promedio no reproducen con exactitud el sonido de los instrumentos musicales. Y aun en el caso de usar bancos de sonido profesionales, estos no incluyen todas las variaciones posibles de articulación, dinámica y técnica instrumental. Como si esto fuera poco, los bancos de sonido suelen estar programados para que cualquier combinación de instrumentos suene equilibrada, por lo cual el balance de los instrumentos no corresponde con la realidad.
La computadora te limita: Las computadoras trabajan sobre parámetros preestablecidos. Por ejemplo, el protocolo MIDI trabaja sobre la base de la división de la octava en 12 tonos, y si bien es posible echar mano de todo tipo de trucos para saltar esta valla, lo fundamental es que el sistema no está diseñado para ello, y cada truco genera problemas que resolver. Las limitaciones no son exclusivamente del protocolo MIDI, sino también del software e inclusive del sistema operativo.
La computadora te mecaniza: En general, la reproducción de una composición realizada por un programa de notación musical se asemeja a la imagen de una licuadora bailando ballet. El software musical ha hecho notables avances últimamente en este punto, pero aun cuando sus soluciones son humanizantes, son en cada ocasión exactamente iguales a sí mismas, lo cual es inhumano de por sí. ¿Qué efecto puede tener en el compositor en formación el acostumbrarse a la interpretación mecánica de su música?
Con lo cual pareciera estar ya probado que la computadora es una herramienta de gran utilidad, pero potencialmente dañina para el estudiante de composición. Sin embargo falta un desarrollar un contraargumento: todo lo dicho anteriormente sobre la computadora se puede decir también sobre el piano. Hagamos la prueba.
El piano te engaña: El piano no puede reproducir con exactitud el sonido de ningún otro instrumento musical. Adicionalmente, las características de los distintos registros del piano son usualmente contrarias a los mismos registros en otros instrumentos. Como si esto fuera poco, se necesita de un pianista profesional para reproducir las diferencias de balance entre distintos instrumentos, y dicho pianista no podría reproducir las diferencias de balance en diseños instrumentales complejos.
El piano te limita: El piano funciona sobre sus propios parámetros preestablecidos. Es imposible en él dividir la octava en más de 12 tonos. Las limitaciones no son exclusivas del instrumento, sino también del grado de entrenamiento al piano que tenga el compositor y de que los compositores solamente tienen dos manos.
El piano te mecaniza: Si bien la reproducción de una composición tocada en un piano es humana de por sí, con el paso del tiempo las manos del compositor se acostumbrarán a repetir determinados movimientos y combinaciones en forma mecánica, y su música puede verse afectada por ello.
Si tanto la computadora como el piano tiene serias limitaciones puede ser que el gran argumento a favor del piano mencionado al principio de este artículo defina la cuestión. Si los grandes compositores pudieron superar las limitaciones del piano, esto quiere decir que son problemas solucionables. ¿Cómo consiguieron Beethoven y Mozart escribir sus sinfonías al piano? Bueno, es que no lo hicieron en el piano. Es decir, seguramente estaban sentados frente a un piano al componer, pero su principal herramienta no era el piano. Las herramientas más importantes de un compositor son su imaginación y su experiencia. La combinación de ambas son lo que le permiten escuchar un acorde en un piano ó una computadora y saber cómo va a sonar en realidad, porque no va a ser igual a lo que él está escuchando, pero su entrenamiento le permite saber, escuchar interiormente. Entonces ¿cual es mejor para componer, la computadora ó el piano? El que cada compositor prefiera. Personalmente prefiero las computadoras. Conozco otros compositores que prefieren el piano. No hay una respuesta única y no importa, porque los argumentos han dado como ganador de esta confrontación al potencial maravilloso del la imaginación humana.
1 comentario:
Buena verdad. Yo de hecho la prueba con las dos y lo que sí es cierto... e innegable... es que la computadora... no puede interpretar.
Para mí, sin eso... no hay nada.
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