Año IV / Nº 3
Instituto Superior de Música “Luís Duncker Lavalle”
AREQUIPA 2004
Sinopsis: Explica el posible origen de los himnos católicos en quechua en el Cusco y analiza las recopilaciones realizadas y publicadas por el Padre Lira en 1960.
LOS HIMNOS CATOLICOS QUECHUAS EN EL CUSCO
Estudio a la recopilación del P. Jorge Lira
Estudio a la recopilación del P. Jorge Lira
Ay de mí que ardiendo quedo
Ay que pude y ya no puedo
Ay que por siempre he de arder
Ay que a Dios nunca he de ver
Texto que figura en el mural “El infierno” de Tadeo Escalante Iglesia Colonial de Huaro - Cusco
El redescubrimiento, estudio y análisis de fuentes ya editadas constituyen ciertamente un procedimiento válido en la musicología, más aún si estas fuentes son únicas en su género, habiendo quedado olvidadas por el paso de los años o archivadas en bibliotecas especializadas; es el caso de los dos pequeños libros que contienen recopilaciones de himnos religiosos católicos en quechua, del padre Jorge A. Lira que fueran editadas a mediados del siglo pasado. Las recopilaciones de A. Lira presentan además del texto, la notación musical melódica y armónica de los himnos, lo cual es raro encontrar en música tradicional, consignándole así mayor valor a la fuente.
Es sabido que cuando se trata de transcripciones de este tipo de música la notación queda limitado de poder captar elementos particulares y característicos de la expresión propia de los intérpretes, sin embargo considero que constituyen un elemento útil para su comprensión, estudio y difusión.
El contexto cultural en que fueron publicadas y las particularidades de esta música "sacra-tradicional", dan a estas recopilaciones, un alcance que va más allá de lo taxonómico, es decir la simple colección y trascripción musical según convenios occidentales de notación, sino que además a través de ellas se refleja el ethos y el sentido de la religiosidad andina.
En la primera parte de este artículo busco un posible origen de los himnos, luego siguiendo la clasificación del mismo padre Lira describo la fuente y trato por separado los himnos a Jesucristo y los himnos a la Virgen.
Sin duda todo presente y futuro se funda en el pasado y por lo tanto no solo es importante la publicación de trabajos y estudios referentes a nuestra historia, sino que, además, con el paso del tiempo, se les confiera nuevas interpretaciones que logren hacernos menos ajenos a estas y por lo tanto más cercanos a nuestra propia identidad.
GENERALIDADES
Los estudios sobre la música religiosa en el Perú han tomado por lo general solo la vertiente "oficial" y en la mayor parte de los casos comprende solo la música religiosa colonial, y de la que queda -en el mejor de los casos- testimonios escritos; entre estos destacan los trabajos de R. Stevenson, Arndt Von Gavel, Andrés Sas, Juan Carlos Estensoro, Carlos Vega, Rodolfo Holzmann, Arróspide de la Flor, Vargas Ligarte, José Quesada y Aurelio Tello.
La música "sacra-tradicional" por su parte, ha sido considerada solo en algunos trabajos como es el estudio preliminar de LOS HIMNOS QUECHUAS CATÓLICOS CUZQUEÑOS (José María Arguedas 1955). En la mayoría de los casos los textos de estos himnos han sido publicados en catecismos modernos o antologías de poesía Quechua.
LOS HIMNOS CATÓLICOS EN QUECHUA
Luego de la llegada de los españoles en 1532 y celebrado el I CONCILIO LÍMENSE en 1551 la iglesia católica optó por una etapa de catequización antes que evangelización, por lo tanto sería preciso señalar la existencia de una "música misional" o de catequización y de una "música catedralicia"1.
A pesar de las constantes prohibiciones episcopales durante toda la época colonial como la llamada "extirpación de idolatrías" u otras iniciativas propias de los indígenas como el "Taqui oncoy", la música fue promovida y alentada por la iglesia; las órdenes de Jesuítas y Franciscanos fueron especialmente tolerantes con las manifestaciones de sincretismo de los indígenas al asimilar la fe católica.
Fueron tal vez la publicación de catecismos en lenguas nativas como el Quechua o el Aymará,2 los que crearon el camino para la aparición de estos cantos.
Las primeras referencias de los Himnos en quechua nos llevan a dos personajes: Fray Luís Hieronymo de Oré y su obra EL SYMBOLO CATHOLICO INDIANO y Fray Juan Pérez Bocanegra y su RITUAL FORMULARIO E INSTITUCIÓN DE CURAS.
Hieronymo de Oré nacido en Huamanga a mediados del siglo XVI fue un excepcional catequizador, su Symbolo Católico, publicado en 1598 contiene
-entre otras cosas- un método de evangelizar a través de cánticos y música.
R.Stevenson nos dice: "El Franciscano Hieronymo de Oré trabajó treinta años antes de publicar un manual de textos en quechua para ser cantados con melodías [tunes] nativas como europeas. En su Symbolo Catholico Indiano él insiste que los indios peruanos de todos los lugares deberían de ser instruidos no solamente en el canto llano sino también en la polifonía, por maestros competentes" (1960:44).
Es el mismo Oré quien explica, cómo escribió este manual:
"Porque no careciessen desta ayuda y consuelo los indios, compuse...este nuestro Symbolo Catholico Indiano en metro Saphico, que consta de troqueo, spondeo y dáctilo y dos Troqueos: es el mismo metro en queHoracio compuso la Oda Segunda..."
Y más adelante continúa:
"...Y este me pareció para cantar los Indios, porque se muevan a devoción con la letra principalmente y el tono3 les sea ayuda y parte para lomesmo"(XVIIF63-63V).
Sobre el particular José Quesada anota: "La reconstrucción musical del Symbolo Catholico Indiano no resulta fácil. En la tradición popular se podría hallar aún algunos cantos transmitidos por años oralmente...la transmisión oral implica, por cierto, modificaciones a veces radicales. Sin embargo, sí es válido suponer que, en líneas generales, el carácter y algunas características técnicas podrían haberse mantenido y que la pentatonía - cuya expansión fuera quizá un suceso acaecido en los siglos del Virreinato - habría sustituido el tono [la melodía] inicial". (Quesada 2004:36)
Bocanegra al igual que Oré fue también Franciscano y a decir del investigador Bruce Mannhein "un estilista exquisito del Quechua", su Ritual Formulario publicado en 1631 contiene lo que es según Stevenson, el ejemplo más antiguo de polifonía vocal publicado en las Amérícas. Se trata del himno procesional para venerar a la virgen llamado HANAQ PACHAP KUSICUYNIN que - al igual que los de Oré -está escrito en "verso sáfico".
Según Mannhein el texto de HANAQ PACHAP es "típica de la versa española del siglo de oro", en cuanto al contenido nos dice: "...las imágenes celestiales, con las cuales el himno está saturado, tiene sus raíces en imágenes de la poética europea... Pero, la configuración específica de imágenes y epítetos en el himno tiene una clara extrañeza dentro de la tradición europea, evocando la fecundidad de la Virgen María, celebrándola como la fuente de la fertilidad agrícola, y como tejedora de brocados, e identificándola sistemáticamente con los objetos celestiales de devoción femenina en los Andes Pre-Colombinos: la luna, las pléyades y la constelación de nube oscura de la llama y su cría"4 (Mannhein 1999:26).
De esta manera "HANAQ PACHAP KUSICUYNIN es a la vez un himno a María y un himno a las pléyades y otros objetos celestiales de adoración por los indígenas de los Andes".
Otra pista importante nos ofrece Gefrey Baker quien investiga actividad musical fuera de la Catedral y el Seminario de San Antonio Abad, para lograr esto se basa en los Libros de Fábrica de las iglesias rurales que se conservan en el Archivo Arzobispal del Cuzco, los Protocolos Notariales del Archivo Departamental del Cuzco y los Informes de las Doctrinas del Obispado del Cuzco publicadas por Villanueva Urteaga en 1982.
En los Libros de Fábrica y Cuentas que el autor indaga se menciona a los poblados de: Huayllabamba, Calca, Písac, Lamay, Coya, Acos, Catea, Quispicanchis, Guanoquite, Livitaca, Andahuaylillas5, etc., así como colegios, iglesias parroquiales y conventos6, donde nos da referencias de movimiento económico como pagos para compra y copiado de partituras y pagos para la enseñanza musical de indígenas, así como inventarios de instrumentos que incluyen: Chirimías, Flautas, Bajones, Cornetas, Bajoncillos, Sacabuches, Arpas, Monocordíos, Órganos7 y Libros de Canto.
Por otro lado Baker evidencia que en los pueblos del Valle de Urubamba se cantaban Chansonetas8; en 1711 la cofradía del Santísimo Sacramento en Calca pagó 4 pesos "a los cantores o Mro de ellos por unas Chansonetas que hizo para el día de la fiesta". En la doctrina de Huayllabamba, la cofradía de la Purificada pagó Chansonetas de 1679 a 1682, y de 1690 a 1693; la cofradía del Santísimo Sacramento anotó gastos parecidos en 1687 y 1687 (Baker 2003:189).
Lo importante de esto es que toda esta gran actividad musical en el Cusco fuera de la Catedral y el Seminario San Antonio era dominada por músicos indígenas9, y que estos además de tocar instrumentos europeos, practicaban el canto llano y conocían la escritura y lectura musical.
Así mismo Baker describe al Maestro de Capilla indígena como un personaje de trascendental importancia quien no solo realizaba funciones de músico mayor sino que también realizaba funciones de maestro de escuela, además de ejercer una "posición mediadora" entre el mundo indígena y el español; el
Maestro de Capilla era según Baker "...un personaje capital en las doctrinas. Este puesto era uno de los más altos al que podía aspirar un indígena en cualquier esfera de actividad. Los privilegios y poderes que acompañaban este cargo se unían a un salario y otras recompensas..." (2003:187).
Si bien es cierto que no hay muchas referencias que sustente que los Maestros de Capilla Indígenas compusiesen música polifónica sin embargo es obvio pensar que sí tomaron melodías tradicionales o que compusiesen otras para reemplazar los tonos gregorianos establecidos por la iglesia.
Cuando a mediados del siglo XVII la música catedralicia se consolida10, la música misional o catequética siguió subsistiendo paralelamente "No es extraño que figuran junto a Motetes de Guerrero, himnos en lengua de los Incas, Lo mismo, aunque análogamente ocurrió en México con los cantos polifónicos marianos e idioma Náhuatl que compusiera Hernando Franco a mediados del siglo XVI"(Quezada 2004; 49).
El cambio o adaptación de modos gregorianos a modos pentafónicos y sus posteriores variantes mestizas habrían ocurrido ya avanzada la época colonial. Estos cantos eran acompañados por instrumentos en que fueron adiestrados los indígenas como Flautas, Chirimías11, Violín, Arpa y Órgano; Es un hecho ya conocido que estos instrumentos pasaran luego a ser asimilados y adaptados por los indígenas a su propia tradición musical.
La armonización característica de estos himnos en base a terceras paralelas fue un proceso natural tal vez basado en la práctica empírica del discante o falso bordón.
Hacia finales del período colonial parece que la actividad de los músicos indígenas se centró mayormente fuera de la ciudad "A medida que la vida musical de la ciudad se volvió cada vez más moribunda, los elementos populares del ritual religioso que fueron prohibidos por las autoridades represivas en el Cuzco, simplemente florecieron en las doctrinas rurales, lejos del centro del poder colonial, fuera de la vista de los funcionarios coloniales" (Baker2003:199).
Con la llegada de la República (1821) la iglesia entró en un proceso de decadencia en lo que refiere al arte sacro12, ahora, es lógico pensar que estos himnos -que tal vez ya tenian su forma actual- siguieron floreciendo aún con mayor vigor, prueba de ello es la continúa publicación de manuales de catequesis, en lo que se refiere al Cusco; anoto los siguientes:
- Tesoros Religiosos en Quechua y Castellano; Cusco 1834.
- Catecismo y Doctrina Cristiana en el Idioma Quechua; La Convención - Cusco 1843.
- Doctrina Cristiana en Quechua; Mariano Campos - Cuzco 1848.
- Resumen de la Doctrina Cristiana en Kichua; Juan G. Lovato Cusco 1891.
- Manual de las Misiones Franciscanas; escrita en Quechua P. Francisco S. Farfán - Cusco 1903.
- Cartilla y Catecismo de la Doctrina Cristiana en el Idioma Quechua, Yurac Hostia Santa; Cusco 1905.
- Doctrina Cristiana en Quechua; D. Lucas Ormachea - Cusco 1892
- Breve Ejercicio de la Vía Sacra en Quechua; D. Lucas Ormachea - Cusco 1909.
- Manual Religioso; Clodomiro Boza - Acomayo - Cusco 1932.
- Melodías Religiosas Quechuas; Fray José Pacífico Jorge - Friburgo-Alemania 1934.
Además existen manuscritos como el mencionado por J.M.B. Farfán en el trabajo de J.M Arguedas (1955).
- Cuadernillo de Versos del Señor y la Virgen para el uso de D. Segundo P. Oblitas Conza; San Sebastián - Cusco 1912
Otro manuscrito es el estudiado por el antropólogo Enrique Pilco (2000) perteneciente al músico Fidel Zanabria13, quien proviene de una larga tradición de organistas cusqueños como Cosme Licona y Mariano Cemades ; el manuscrito contiene cantos en su mayoría Quechuas, habiendo también en Castellano y Latín, los cantos en latín presentan notación musical neumática, de los cantos en quechua se entiende que solo presentan el texto.
En la actualidad aún se siguen publicando este tipo de catecismos como el que yo mismo adquirí en la fiesta del Señor de Huanca en Cusco:
Oraciones y Cánticos en Qjeswa y Español II Edición; Teodoro Rocca Choque - Lima 1994.
A mi parecer fue en esta etapa en que se consolida el uso de estos himnos, además de enriquecerse su repertorio; las referencias de Lira y Farfán apuntan que a comienzos del siglo XX estos himnos eran masivamente difundidos. En la Antología de la Música Cusqueña Siglos XIX - XX (1985) se puede encontrar los siguientes nombres como autores de himnos religiosos:
- Mariano Ojeda Alvarez.
- Pedro Damián Rosas; autor de muchos Villancicos de Navidad.
- Nemesio Zúñiga Cazorla; quien fuera conocido como hábil "predicador de indios", a él se le atribuyen Ips himnos, Chakatasqa K'irinchasqa y Napaykusqayki14.
En la actualidad los himnos son interpretados en festividades como Cruz Velakuy, Corpus Christi o la Festividad de la Virgen de Belén y sobre todo en la llamada “velada” al Señor de los Temblores. El antropólogo Enrique Pilco define la velada como "...ritual de homenaje a los santos que en la ciudad del Cusco se presenta en algunas fiestas religiosas católicas..." (2000:33).
La velada del lunes santo consiste en la interpretación de cantos religiosos en quechua para el Señor de los Temblores patrono de la ciudad del Cusco, este "homenaje" musical se realiza con dos grupos de músicos y cantoras15. Entre los cantos que se entonan en esta velada se encuentran muchos de los recopilados por A. Lira.
Por último es necesario manifestar que para tener un entendimiento cabal sobre esta música es útil hacer estudios iconográficos en la arquitectura y pintura cusqueña, ya que estos proporcionan en muchos casos, fuentes invalorables que ayudan a recrear aspectos no documentados, así mismo el análisis comparativo con el teatro religioso en Quechua y la grabación profesional in situó o recreada de esta música constituiría un soporten necesario para proporcionamos una visión mas completa de estos himnos.
IV. ESTUDIO DE LA FUENTE
La muerte ha de llegar
Te encontrará desprevenido
Es a ti, a ti mismo a quien busca
Tu vida ha de acabar
Fragmento del Himno
WAÑUY PACHA (muerte inminente)
HIMNOS SAGRADOS DE LOS ANDES -TOMO I
Datos consignados a la edición:
- Recopilados, ordenados y anotados por Jorge A. Lira Cuzco 1959.
- NIHIL OBSTAT Eliseo Peñaloza - Censor
- IMPRIMATUR Alcides Mendoza Castro - Vicario General de Abancay.
- EDICIÓN Ricordi Americana 1960.
- La página inicial tiene un epígrafe en latín proveniente del Ps.43,1.
- La portada fue diseñada por el Pintor Cuzqueño indigenista Mariano Fuentes Lira.
Del contenido:
El libro consta de un conjunto de breves notas a manera de presentación redactado por el mismo autor, a esto le sigue la recopilación de 33 himnos entre los que figura un Kacharpari instrumental.16 Las notas iniciales son las mismas que se publicaron en la Revista Folklore Americano Tomo III, junto con las recopilaciones de Farfán y los estudios preliminares de Arguedas en 1955; estas son de distinto orden, en ellas Lira plasma su visión poética del contexto en que son cantados los himnos, así como otras alegorías particulares, a continuación anoto algunas:
"Así sus cantos semeja el turbión de la borrasca, arrollador y envolvente en sus notas de insuperable majestad y belleza".
"En coro, único en el mundo, miles y miles de seres poseídos de emoción infinita prorrumpen a voz en cuello los supremos cantos sagrados".
"Cristo Poderoso Señor, el nuevo Apu aparecido en la trama de su filosofía. El nuevo modelo de Inka crucificado, superior y última concepción para sus mentes".
Además en estas notas iniciales Lira menciona como "colaboradores" en la colección de los himnos a los músicos Antonio Mosso, Antonio Osorio, Juan Pablo Vargas, Felipe Killawuamán; aunque no queda claro si estos le proporcionaron también las transcripciones.
Las recopilaciones:
Los himnos están escritos para un instrumento de teclado (aunque no se especifica, se sobreentiende que es para el órgano17); no figura indicadores de tiempo o carácter. Algunos himnos contienen en el pie de página, apuntes del propio Lira sobre el lugar y fecha donde son entonados los himnos así como también la existencia de otras versiones, su recopilador, área de difusión y variantes del texto.
El himno APU YAYA HESSUKRISTO inicia la recopilación, tal vez por ser el más conocido, luego sin ningún orden especial se presentan los demás, algunos de ellos como el llamado CHINKAKK UWISSA y el WAÑUY PACHA tienen dos versiones (I, II), el KACHARPARI instrumental es el último de esta recopilación, sobre este Lira anota: "Esta pieza es ejecutada por la banda de músicos de los pueblos cuzqueños especialmente como despedida de las fiestas religiosas".
El Texto:
En esta edición a diferencia de la publicada en la Revista Folklore Americano en 1955, solo aparece la primera estrofa de cada himno, este hecho nos lleva a considerar que el objeto de Lira era de difusión musical más que de catequesis.
El análisis del contenido semiótico, análisis comparativo, criptográfico, lingüístico, así como la valoración literaria de los textos de estos himnos, requiere un estudio más amplio y completo que escapa a los alcances de esta breve articulo; por ahora de ellos solo podemos decir que contienen términos "latinizados" como THEOSLLAY o THEOSLLAWANÑA, sobre este término Arguedas refiere "...[es] la pronunciación típica del hombre de habla Quechua cuando quiere decir Dios" (Arguedas 1955:162) ademas del uso de algunos "arcaísmos" como "ruraqey o kamaqey"; por otro lado todos los textos presentan una gran tendencia al uso de la letra "K" como: KKOSPAKK, PURIKK, KRISTON, CHINKAKK, HAYKAKK, etc., que no son convencionales en la escritura del Quechua en la actualidad18.
La Música:
Presenta formas simples generalmente con dos frases melódicas, en la mayoría de los casos en base a modos pentatónicos aunque existen otros que presentan escalas diatónicas e inclusive cromatismos, las líneas melódicas llevan -como es característica en la música tradicional sur andina- una segunda voz hecho en base a terceras y en todos los casos los temas son sumamente ornamentados. La armonía gira casi siempre en base a Tónica, Tercer grado y Dominante en modo mayor o menor, como es propio en la armonización tradicional de la música pentatónica andina.
HIMNOS INDIOS A LA VIRGEN – TOMO II
Los datos consignados en esta edición son los mismos que en el Tomo I.
En el epígrafe se lee:
“Homenaje a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen Maria Señora Nuestra”
Del contenido:
Contiene también una parte inicial introductoria con interesantes y diversos alcances de Lira; anotamos algunos:
“Del modo como Cristo se ha constiotuido en el nuevo Apu de los Andes, la Virgen Maria es la nueva Kkoya”.
“Ella [la Virgen] ha sustituido admirablemente aquel milenario y antiguo culto a la luna”.
“La poesia y la musica sagrada, todo ese arte estupendo, tiene por autor la inspiración netamente autóctona”.
Las recopilaciones:
El número de himnos en total en este Tomo II es de 55 himnos, entre los cuales figuran dos KACHARPARI instrumentales.
La recopilación se inicia con el Himno KKOLLANAN MARIA (al igual que el APU YAYA HESSUKRISTO, el KKOLLANAN MARIA es el mas difundido entre los himnos marianos).
La mayor parte de los himnos tienen desde dos hasta cinco distintas versiones musicales, conservándose el texto igual en todos los casos.
En cuanto a la música, ésta presenta las miusmas características que los himnos a Jesucristo Tomo I.
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La Velada del Lunes Santo en la Catedral del Cusco
Tesis de Licenciatura en Antropología UNSAAC
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STEVENSON Robert
The Music of Perú
Pan American Unión
1960
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